Fefita La Grande

Durante los últimos 40 años, Fefita La Grande ha sido una de las figuras más importantes de la música dominicana. Una pionera del merengue típico (también conocido como perico ripiao), Fefita marcó el camino para una infinidad de mujeres dominicanas que soñaban con dedicarse a la música, un ambiente típicamente dominado por los hombres. La belleza de Fefita no fue lo único en llamar la atención del público: era una excelente cantante, compositora, y por sobre todo, una acordeonista excepcional.

Manuela Josefa Cabrera Tavares nació el 18 de septiembre de 1944 en San José, provincia de Santiago Rodriguez, en la región de Cibao de la República Dominicana. Esta región es conocida como el hogar del merengue típico, ya que ahí fue donde nacieron otros grandes merengueros como Tatico Henriquez, Guandulito, y El Ciego de Nagua. La familia Cabrera era muy humilde, pero también muy musical. El padre de Fefita, Eliseo ‘Seito’ Cabrera era un acordeonista y dueño de un taller donde reparaba instrumentos musicales, y a la vez trabajaba en el campo. Conocida también como ‘La Vieja Fefa’ y ‘La Mayimba’, Fefita se crió rodeada por los instrumentos en el taller de su padre, y a los siete años, tras oír una canción de Guandulito, decidió aprender a tocar el acordeón y cantar.

Los padres de Fefita apoyaron su interés en la música, y a los nueve años, ya había formado una banda con compañeros de la escuela. Fefita y su banda tocaban en eventos locales, y llegó a ser una pequeña celebridad en su barrio. La joven y precoz acordeonista supo enamorar a la gente de su ciudad natal, y su éxito la motivó a seguir luchando por su sueño de ser una merenguera profesional.

Durante su adolescencia, Fefita continuó tocando en su barrio y aprendiendo a dominar el acordeón gracias a su padre. A mediados de los años ’70, Fefita ya estaba presentándose en eventos más grandes, y en 1976 se fue de gira con Rafael ‘El Maestro’ Solano, cosa que marcó su camino al estrellato. Junto a Solanas, Fefita pudo viajar por el mundo, y fueron los primeros dominicanos en viajar a Europa a tocar merengue típico. Durante esa época, un productor llamado Teodoro (Fefa no se acuerda de su apellido) le ofreció grabar su música. Su álbum debut ‘Si Quiere Venir Que Venga’ fue un éxito inmediato, y Fefita no tardó en grabar más: ‘Fiesta en San José’, ‘El Hombre Que Yo Más Quise’, ‘La Pimienta Es La Que Pica’, y ‘Vamonos P’al Can’ hicieron de Fefita una de las personas más reconocidas de la Republica Dominicana. Grabó varios merengues viejos, incluyendo composiciones de su padre, pero sus talentos como compositora marcaron su individualidad como una verdadera artista.

Fefita cautiva a su público con sus riffs y su vibrante presencia escénica. A pesar de su virtuosismo, Fefita respeta las raíces del merengue típico, y critica a aquellos músicos que se limitan a tocar rápido sólo para demostrar sus habilidades. Dice que se empeña en tocar “el merengue derecho al estilo Tatico Henríquez.” Al igual que Tatico, la banda de Fefita toma el formato moderno: dos saxofones, congas, bajo eléctrico (en lugar de la marimba), y como siempre el acordeón, la tambora y la güira.

A lo largo de su carrera, Fefita La Grande ha recibido varios premios y distinciones. Su popularidad también la ha llevado al cine dominicano; interpretando a varios personajes y a si misma, ha aparecido en películas como ‘Nueba Yol 3: Bajo la nueva ley’ (1997), ‘Perico Ripiao’ (2003), y ‘Ponchao’ (2013) entre otras.

En mayo del 2001, tras años de estar de gira y presentarse en los EEUU, Fefita fue detenida en migraciones en Nueva York por viajar con un pasaporte alterado. Ella insistía en que otra persona lo había usado y modificado, pero de todas maneras la mandaron de vuelta para la República Dominicana. Fefita no quiso admitir su error y prometió no volver a grabar un disco hasta que la dejen volver a los EEUU. Y no rompió su promesa: su último disco, ‘La Ciudad Corazón’ es del 2001. Sin embargo, trece años después Fefita admite su error, y en julio del 2014 Fefita La Grande finalmente obtiene una visa para viajar a Nueva York, donde tocó y cantó en Yankee Stadium con el gran Romeo Santos.

En el 2012 el mundo se entera que Fefita había estado luchando contra el cáncer de mama durante varios años. Por suerte, los doctores lo detectaron a tiempo, y en una entrevista del 2013 Fefita explica con su buen humor de siempre “Tenía un comienzo de algo pequeño, pero gracias a Dios estoy bien, no me pasó nada y mis senos están acá”.

Al parecer, no hay nada que pueda detener a Fefita La Grande. Con su salud intacta y una visa de trabajo para los EEUU, Fefita anticipa continuar con su carrera musical activa. Dice admirar a las jóvenes merengueras, como María Díaz, Meri Hernández y Raquel Arias, y espera que muchas otras mujeres puedan seguir sus pasos.

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