El ritmo Vallenato nació en la Costa Norte de Colombia y fue interpretado en sus principios por campesinos de la región, que aún sin tener una preparación académica ni siquiera regular, con muy contadas excepciones, aprendieron a tocar (interpretar) el acordeón, pese a desconocer en absoluto las notas del pentagrama musical. Su aprendizaje se hacía por "oído" y practicaban a diario, bien en el cambuche ( Rancho) de su huerta (también la llaman rosa) o en el extenso patio de la casa en los pueblos, los cuales se tomaban como costumbre tenerlos en los pueblos Costeños. La historia no registra en sus anales, al maestro que enseñó a "tocar" al primer acordeonero de Colombia; pero sí cuenta anécdotas de legendarios acordeoneros, como Francisco "El Hombre", que hacia ruta entre los pueblos a lomo de burro, interpretando ritmos con canciones que contaban los aconteceres diarios de cada uno de ellos, convirtiéndose a diario en el "Mensajero de la región". Eran canciones que él mismo componía y que acomodaba en versos de cuatro palabras (daremos ejemplo más adelante), con los cuales entregaba el mensaje a su destinatario. Para la época no existían emisoras de radio ni TV y la prensa capitalina llegaba atrasada por lo menos una semana a manos de los pocos que sabían leer en el pueblo, esto sin mencionar que nadie se ocupaba en estos medios escritos de dar a conocer los problemas de los pueblos apartados de la gran civilización. Tampoco hemos mencionado que el servicio telefónico era nulo y que el único medio de comunicación posible era el de persona a persona, como lo hacía nuestro personaje en mención, solo que él tenía su estilo peculiar de mensajero musical. De hecho, para éste entonces no se había discriminado a cuatro los aires del Vallenato (Paseo, Merengue, Puya y Son), en cualquier reunión se escuchaban ritmos como Cumbia, Cumbiamba, Zafra, Pajarito, etc. . . sin detenerse a pensar nadie en la palabra Vallenato, para calificar esta música. Quiero decir que hace más de cien años, la música interpretada con acordeón, era solo eso: Música. Las dos razas que interpretaron música de esta índole en sus principios, fueron la Indígena y la negra. Los blancos se dedicaban a pensar en la mejor forma de enriquecerse y a manejar las fortunas que habían conseguido, teniendo como peones a los ya mencionados. En la Costa Caribe de Colombia, se maneja un lenguaje distinto al del resto del país, por la influencia de las Antillas y su forma de hablar y de expresarse. Es por eso que en algunas canciones se encuentran términos que eran difíciles de entender entre los melómanos de otras regiones. Como por ejemplo: Trilla: Senda dejada por el paso del ganado. Morena: Forma de alagar a una mujer por su piel canela. Grupa: Correa que sujeta la silla de montar, por la cola del anumal. Pica Los Cabos: Irse, perderse, marcharse. Pechiche: Mimado, Consentido, Mimo. Simpática: Bonita, Querida. Perrenque: Fuerza Coraje, Guapeza. Arrutanao: Persona fracasada. Etc. . . Etc. Todos estos términos han aparecido alguna vez en las canciones de música de acordeón y al principio no eran entendidas por los interióranos (Cachacos) que escuchaban sin dar importancia a lo que se quería expresar. VERSO DE CUATRO PALABRAS: "Me le dice a Carmen Díaz que sufra y tenga paciencia Porque ella no sabía que Emiliano es sin vergüenza" Es esta la forma más sencilla de componer una canción, de hecho debe llevar la rima de sus renglones. Pues bien. Llegó el momento de que hagamos una diferencia entre una cosa y la otra. Empecemos diciendo que la música "Vallenata", pudo haberse llamado de cualquier otra manera, pero por la gran influencia de los primeros dirigentes del aquel entonces, nuevo Departamento del Cesar, se promulgó a los cuatro vientos y con mucha fuerza la palabra "Vallenato" y era tan promocionada, que en el mismo Colombia las personas aún se confunden cuando escuchan un ritmo que tiene sonido de acordeón y lo llaman así. Es el caso de los temas grabados por Gloria Stefan con el acordeón de "Cocha" Molina, existiendo gente que más por ignorancia que por otra cosa, los llaman Vallenato. El Vallenato está ceñido solo a sus cuatro aires musicales: Paseo, Merengue, Puya y Son. De allí en adelante no se pueden dejar confundir con esa denominación musical. Por ejemplo: Una Charanga, como las que interpretaba Calixto Ochoa o Lizandro Meza, no puede ser Vallenata. Un Porro Sabanero, que se interpreta con acordeón con una gran riqueza melódica, tal es el caso de "20 de Enero" no es un Vallenato. Ahora, un Pasebol como los que interpretaba Alfredo Gutiérrez, que es un paseo arbolado, no es un Vallenato, pese a que su estructura es casi similar a un paseo lento, solo que en el paseo lento, prima mucho la parte melódica o sea éste debe tener las escalas musicales en las liras, de la cadencia Vallenata. En el Vallenato autóctono las teclas del acordeón son "picadas" por el ejecutante, esto se llama " Nota Picada". Esto se consigue en las escuelas tradicionales de Guajira, Magdalena y Cesar, que son departamentos donde ha primado este estilo. En las Sabanas de Bolívar, Sucre y Córdoba los acordeoneros tienen un estilo de tocar distinto y si tocan un Paseo o Merengue, lo hacen con la "Nota Sentada", o sea sus dedos permanecen oprimiendo las teclas del acordeón un poco más que los de las escuelas Vallenatas.
El ritmo Vallenato nació en
El ritmo Vallenato nació en la Costa Norte de Colombia y fue interpretado en sus principios por campesinos de la región, que aún sin tener una preparación académica ni siquiera regular, con muy contadas excepciones, aprendieron a tocar (interpretar) el acordeón, pese a desconocer en absoluto las notas del pentagrama musical. Su aprendizaje se hacía por "oído" y practicaban a diario, bien en el cambuche ( Rancho) de su huerta (también la llaman rosa) o en el extenso patio de la casa en los pueblos, los cuales se tomaban como costumbre tenerlos en los pueblos Costeños. La historia no registra en sus anales, al maestro que enseñó a "tocar" al primer acordeonero de Colombia; pero sí cuenta anécdotas de legendarios acordeoneros, como Francisco "El Hombre", que hacia ruta entre los pueblos a lomo de burro, interpretando ritmos con canciones que contaban los aconteceres diarios de cada uno de ellos, convirtiéndose a diario en el "Mensajero de la región". Eran canciones que él mismo componía y que acomodaba en versos de cuatro palabras (daremos ejemplo más adelante), con los cuales entregaba el mensaje a su destinatario. Para la época no existían emisoras de radio ni TV y la prensa capitalina llegaba atrasada por lo menos una semana a manos de los pocos que sabían leer en el pueblo, esto sin mencionar que nadie se ocupaba en estos medios escritos de dar a conocer los problemas de los pueblos apartados de la gran civilización. Tampoco hemos mencionado que el servicio telefónico era nulo y que el único medio de comunicación posible era el de persona a persona, como lo hacía nuestro personaje en mención, solo que él tenía su estilo peculiar de mensajero musical. De hecho, para éste entonces no se había discriminado a cuatro los aires del Vallenato (Paseo, Merengue, Puya y Son), en cualquier reunión se escuchaban ritmos como Cumbia, Cumbiamba, Zafra, Pajarito, etc. . . sin detenerse a pensar nadie en la palabra Vallenato, para calificar esta música. Quiero decir que hace más de cien años, la música interpretada con acordeón, era solo eso: Música. Las dos razas que interpretaron música de esta índole en sus principios, fueron la Indígena y la negra. Los blancos se dedicaban a pensar en la mejor forma de enriquecerse y a manejar las fortunas que habían conseguido, teniendo como peones a los ya mencionados. En la Costa Caribe de Colombia, se maneja un lenguaje distinto al del resto del país, por la influencia de las Antillas y su forma de hablar y de expresarse. Es por eso que en algunas canciones se encuentran términos que eran difíciles de entender entre los melómanos de otras regiones. Como por ejemplo: Trilla: Senda dejada por el paso del ganado. Morena: Forma de alagar a una mujer por su piel canela. Grupa: Correa que sujeta la silla de montar, por la cola del anumal. Pica Los Cabos: Irse, perderse, marcharse. Pechiche: Mimado, Consentido, Mimo. Simpática: Bonita, Querida. Perrenque: Fuerza Coraje, Guapeza. Arrutanao: Persona fracasada. Etc. . . Etc. Todos estos términos han aparecido alguna vez en las canciones de música de acordeón y al principio no eran entendidas por los interióranos (Cachacos) que escuchaban sin dar importancia a lo que se quería expresar. VERSO DE CUATRO PALABRAS: "Me le dice a Carmen Díaz que sufra y tenga paciencia Porque ella no sabía que Emiliano es sin vergüenza" Es esta la forma más sencilla de componer una canción, de hecho debe llevar la rima de sus renglones. Pues bien. Llegó el momento de que hagamos una diferencia entre una cosa y la otra. Empecemos diciendo que la música "Vallenata", pudo haberse llamado de cualquier otra manera, pero por la gran influencia de los primeros dirigentes del aquel entonces, nuevo Departamento del Cesar, se promulgó a los cuatro vientos y con mucha fuerza la palabra "Vallenato" y era tan promocionada, que en el mismo Colombia las personas aún se confunden cuando escuchan un ritmo que tiene sonido de acordeón y lo llaman así. Es el caso de los temas grabados por Gloria Stefan con el acordeón de "Cocha" Molina, existiendo gente que más por ignorancia que por otra cosa, los llaman Vallenato. El Vallenato está ceñido solo a sus cuatro aires musicales: Paseo, Merengue, Puya y Son. De allí en adelante no se pueden dejar confundir con esa denominación musical. Por ejemplo: Una Charanga, como las que interpretaba Calixto Ochoa o Lizandro Meza, no puede ser Vallenata. Un Porro Sabanero, que se interpreta con acordeón con una gran riqueza melódica, tal es el caso de "20 de Enero" no es un Vallenato. Ahora, un Pasebol como los que interpretaba Alfredo Gutiérrez, que es un paseo arbolado, no es un Vallenato, pese a que su estructura es casi similar a un paseo lento, solo que en el paseo lento, prima mucho la parte melódica o sea éste debe tener las escalas musicales en las liras, de la cadencia Vallenata. En el Vallenato autóctono las teclas del acordeón son "picadas" por el ejecutante, esto se llama " Nota Picada". Esto se consigue en las escuelas tradicionales de Guajira, Magdalena y Cesar, que son departamentos donde ha primado este estilo. En las Sabanas de Bolívar, Sucre y Córdoba los acordeoneros tienen un estilo de tocar distinto y si tocan un Paseo o Merengue, lo hacen con la "Nota Sentada", o sea sus dedos permanecen oprimiendo las teclas del acordeón un poco más que los de las escuelas Vallenatas.